Ayer entre en la cocina y me encontre con que un curioso inquilino se estaba echando una rica siesta en mi techo. Lo primero que pense fue en darle con la escoba para bajarlo de ahi y barrerlo hasta el patio pero como comprenderan, me dio pena. Asi que decidi cederle ese espacio para su uso personal, es cierto que ya le habia visto otras veces asi que no me supuso ningun problema, el no me molesta y yo a el tampoco. Es más, es muy simpatico.
Los seres humanos tendemos a aferrarnos a nuestra propiedad con garras y dientes, sin preocuparnos por los demas. Es uno de nuestros mayores defectos porque bien que podriamos disfrutar de la divertida compañia de seres como estos.
Hola! Me llamo Carlota y soy amiga de un Perinque... :D
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